La proxémica II

      A todos nos pasa que nos molesta acercarnos mucho a las personas que no conocemos. Cuando la micro está llena y debemos irnos de pie y estar tan cerca uno de el otro resulta bastante desagradable. En otras ocasiones, sentimos respeto por otra persona y por no tenerle tanta confianza tomamos nuestra distancia. Es difícil abrazar de forma espontánea a alguien que recién conocemos. El protocolo, la cultura, el sexo, los roles, el contexto, juegan un papel crucial en esto. Claro que con los amigos y la familia todo cambia, pues no es necesario que sea una ocasión especial para abrazarlos o tomarnos del brazo al caminar. Todo lo que he dicho anteriormente se refiere a la proxémica.

      Edward Hall (antropólogo estadounidense) acuño este término en su libro "La dimensión oculta" (su definición la escribí en la entrada anterior). Él analizó la distancia en función del tipo de comunicación y las características culturales del espacio social en el que se desenvuelven las personas. Planteó que los estándares de distancia interpersonal eran diferentes en cada cultura ¿Que quiere decir esto? Que estar más cerca es más cómodo para una cultura que para otra, que necesita mayor distancia para sentirse así. Con esta idea recordé a una ex compañera que venía de intercambio desde Alemania. Ella siempre contaba que le era desagradable las primeras veces que la saludaban de beso en la mejilla, pero que con el tiempo se acostumbró a la cercanía de los chilenos. Un caso similar es el de Alemania con Francia, que aunque están en el mismo continente, los patrones de distancia son distintos; en Francia la comunicación es más próxima. 

     Por otro lado, Hall hizo las siguientes distinciones:
ESPACIO FIJO: marcado por estructuras innamovibles, como las fronteras entre los países.
ESPACIO SEMIFIJO: está alrededor del cuerpo que depende del que estructure la propia cultura.